En DESTINOS
Locos en el mundo rural. Así se consideran muchos emprendedores que quieren vivir en un pueblo y que quieren desarrollar su actividad o empezar un negocio turístico en un pueblo.
Pueblos, que en Aragón se están deshabitando, donde no llegan los servicios básicos, donde las carreteras quedan cortadas, donde 30 megas es un lujo y donde los impuestos son los mismos que en la ciudad. Emprender y tener una familia, es un desafío para muchos habitantes y neorurales que quieren trabajar y vivir en un pueblo.
No obstante y a pesar de ello, todavía hay gente que se resiste a abandonar la idea de vivir en un pueblo. Dejando de lado el romanticismo, porque vivir en un pueblo es duro y es caro. Pero también te da lo que buscas: el ritmo tranquilo del tiempo y la belleza de lo cotidiano.
Todo esto he aprendido en el Café para Emprendedores en el Mundo Rural que organizó el Ayuntamiento de Urriés (38 habitantes) y en que pude contar el proyecto de Prepyr365, junto con Adefo Cinco Villas y Pon Aragón En Tu Mesa. En el que después hablaron de las luces y de las sombras del emprendimiento rural, grandes locos como el molino ecológico de trigo autoctono Aragon03 Molino Ecotambo, o la iniciativa de gestión de instalaciones municipales para desarrollo turístico y empleo de Senderos de Teja, o el vino de Castejon de Valdejasa con una variedad de uva a punto de extinguirse en Aragón, o la casa rural de bioconstruccion El Torreón de Joaquín en Asín o la casa de turismo rural El hortal de Bruno en Bagües, uno de los pueblos mas deshabitados de la provincia de Zaragoza o el Hostal Urriés regentado por una pareja de diseñadores gráficos que huyendo de Barcelona tenian claro que querían vivir en un pueblo para criar a sus hijos.
Mucho que mejorar para que emprender en el medio rural no sea tan difícil. Mucho que aprender de estos locos en el mundo rural.
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